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I have enough I.1, 2005. Caja de luz. 52 x 156 x 18 cm. Edición de 3.

I have enough I.2, 2005. Caja de luz. 52 x 156 x 18 cm. Edición de 3.

I have enough I.3, 2005. Caja de luz. 52 x 156 x 18 cm. Edición de 3.

Models - Keller, 2007. Maqueta. 39 x 65 x 110 cm. Edición única.

Models - Garden, 2006. Maqueta. 37 x 98 x 93 cm. Edición única.

Miami, 2004. Fotografía a color. 39'8 x 120'5 cm. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Garten 1, 2004. Fotografía a color. 50 x 74'2. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Garten 2, 2004. Fotografía a color. 50 x 74'2. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Pool, 2004. Fotografía a color. 50 x 75'2 cm. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Keller, 2004. Fotografía a color. 50 x 60 cm. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Manni, 2004. Fotografía a color. 39'8 x 75'7 cm. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Spiegel, 2004. Fotografía a color. 50 x 72 cm. Edición de 7 + 2 pruebas de artista.

Flur - Casa, 2003. Instalación y vídeo. 8'. Edición única.

Flur - Casa, 2003. Instalación y vídeo. 8'. Edición única.

Ich habe genug - I have enough, 2005. Vídeo. 14'. Edición de 5 + 2 pruebas de artista.

April, 2006. Vídeo. 15'. Edición de 5 + 2 pruebas de artista.

Neighbour, 2006. Caja de luz. 50 x 70 cm. Edición de 4 + 2 pruebas de artista.

I have enough II.1, 2005. Caja de luz. 41'7 x 61'7 x 8'5 cm. Edición de 5.

I have enough II.2, 2005. Caja de luz. 41'7 x 61'7 x 8'5 cm. Edición de 5.

I have enough II.3, 2005. Caja de luz. 41'7 x 61'7 x 8'5 cm. Edición de 5.

I have enough II.4, 2005. Caja de luz. 41'7 x 61'7 x 8'5 cm. Edición de 5.

Alexandra Ranner
I have enough
22 Marzo - 17 mayo, 2007

En el video de Alexandra Ranner “Ich habe genug” vemos una cabeza que ha sido cercenada del torso que canta, con una voz melancólica, una cantata de Bach (BWV 82) cuyo título es el mismo que el del video. Un paisaje estilizado va pasando lentamente, el agua arrastra la cabeza que, con pena y desesperación expresa su deseo de morir y su promesa de redención con “Ich freue mich auf meinen Tod…” (“Miro para adelante hacia mi muerte”).

Las paradojas dominan el escenario irreal: la orilla fluye ante el río inmóvil, una cabeza decapitada canta a plena voz “Ich habe genug” en un registro de bajo, una persona muerta añora su muerte, una música barroca como yuxtaposición al mundo hedonista y consumista de hoy en día. Estas contradicciones presentan diversas referencias a los grandes relatos de la historia de la civilización. En la mitología griega fue la cabeza de Orfeo que, cercenada por las Ménades, bajaba por el río Hebro todavía cantando. El tema cristiano del sufrimiento que redime al alma humana tiene su proyección en el presente con el dualismo dolor/erotismo en el teatro, la literatura y el cine.

Alexandra Ranner no “ilustra” estas interrelaciones  que más o menos existen en la memoria colectiva, pero se apropia de ellas como artista. La manera con que ella trata el tema de la decapitación y la renuncia es una potente y eficaz imagen que lleva al espectador a un estado de tranquilidad.

En las maquetas y las fotografías Alexandra simula y representa interiores, recreándolos tridimensionalmente y fotografiándolos para que posteriormente le sirvan como base para futuras maquetas. Mobiliario escaso, iluminación sugestiva, colores apagados y la sucesión de espacios y ángulos que confunden al espectador, crean una sensación escalofriante que estimula las fantasías más “voyeurísticas” al mismo tiempo que nos hace mantener la distancia.

En la gran instalación titulada “Corridor” (Pasillo) que ocupa la sala central de la galería vemos un pasillo estrecho que se va estrechando hacia el fondo donde hace un giro a la derecha. Una puerta entreabierta nos ofrece una vista hacia una habitación sutilmente iluminada y cuando nos hemos dado cuenta de lo que estamos viendo, seguimos sin entenderlo del todo. Podemos ver un hombre sentado en una silla bajo una ventana mirando al espectador y también a un espejo, lo que le permite ver lo que está sucediendo detrás suyo, en la casa de al lado. La situación es confusa y llena de premoniciones: el hombre está sentado en semi-oscuridad en una habitación pequeña y claustrofóbica mirando lo que está sucediendo en casa de su vecino. La escena del fondo es también rara: el vecino baila con una muñeca, la zarandea y vuelve a bailar con ella. Podemos reconocer esto con dificultad, pero lo suficientemente claro como para ver que es un gesto no del todo inofensivo.

El centro de este trabajo, la vista del interior de la sala, es básicamente una ilusión. Por lo menos, los acontecimientos no están sucediendo en la realidad que Alexandra pretende presentar. Sólo podemos ver la escena como reflejo, donde tiene un papel principal el espejo. El espectador que mira esta obra está sujeto a un doble juego: por un lado ejerce de “voyeur”, y por el otro él es el observado. “Corridor” juega con nuestra percepción y también con la realidad ya que la profundidad que percibimos de la sala es sólo aparentemente real. Es real porque es visible, pero lo que vemos proviene de una videoproyección reproducida en la pared que está enfrente del espejo. En realidad, lo que estamos viendo delante de nosotros está sucediendo detrás de nosotros. Lo fascinante de este trabajo es que nos hace dudar de lo que vemos y nos es difícil de comprender la situación espacial de cada cosa percibida.

En el monitor de plasma vemos un vasto campo bajo el cielo azul, un paisaje cambiante entre montones de escombros y dunas. En medio, y como si fuese del todo natural, vemos un varias cabezas humanas. Se trata del video “April”. Como en “I have enough”, estas cabezas no están muertas y presentan diferentes estados de ánimo. La acción principal se centra en el entorno: el tiempo cambia rápidamente, sopla un viento fuerte, va a llover, pero vuelve a cambiar y se vuelve caluroso y húmedo. Las cabezas permanecen inmóviles, sólo sus expresiones cambian. Hablan, de vez en cuando surgen discusiones, gritan, como cuando se junta gente con personalidades que chocan. La atmósfera está cargada de un aire absurdo y dramático, conseguido a través de la conjunción entre ruidos, palabras y acciones, con la imagen del fondo.

YA TENGO BASTANTE BWV. 82

(Ich habe genug)

Música de Juan Sebastián Bach (1685 - 1750)

1. Arie (Alt)

Ich habe genug,

Ich habe den Heiland, das Hoffen der Frommen,                 

Auf meine begierigen Arme genommen;

Ich habe genug!

 

Ich hab' ihn erblickt,

Mein Glaube hat Jesum ans Herze gedrückt;

Nun wünsch' ich, noch heute mit Freuden

Von hinnen zu scheiden.

Ich habe genug!

 

2. Rezitativ (Alt)

Ich habe genug!

Mein Trost ist nur allein,

Daß Jesus mein und ich sein eigen möchte sein.

Im Glauben halt ich ihn,

Da seh' ich auch mit Simeon,

Die Freude jenes Lebens schon.

Laßt uns mit diesem Manne ziehn!

Ach! möchte mich von meines Leibes Ketten

Der Herr erretten!

Ach! wäre doch mein Abschied hier,

Mit Freuden sagt' ich, Welt, zu dir:

Ich habe genug!

 

3. Arie (Alt)

Schlummert ein, ihr matten Augen,

Fallet sanft und selig zu!

Welt, ich bleibe nicht mehr hier,

Hab' ich doch kein Teil an dir,

Das der Seele könnte taugen.

Hier muß ich das Elend bauen,

Aber dort, dort werd' ich schauen

Süßen Friede, stille Ruh'.

 

4. Rezitativ (Alt)

Mein Gott! wenn kommt das schöne: Nun!

Da ich im Friede fahren werde

Und in dem Sande kühler Erde

Und dort bei dir im Schoße ruhn?

Der Abschied ist gemacht,

Welt, gute Nacht!

 

5. Arie (Alt)

Ich freue mich auf meinen Tod,

Ach! hätt' er sich schon eingefunden.

Da entkomm' ich aller Not,

Die mich noch auf der Welt gebunden.

 

 

 

 

 

1. Aria (Contralto)

Ya tengo bastante,

tengo a mi Salvador, la esperanza de los piadosos,

envuelto entre mis anhelantes brazos.

¡Ya tengo bastante!

 

Hacia Él he dirigido mi mirada,

mi fe ha traído a Jesús sobre mi corazón,

por eso, aún hoy, con alegría

me despediría de este lugar.

¡Ya tengo bastante!

 

2. Recitativo (Contralto)

¡Ya tengo bastante!

Mi esperanza se halla tan sola,

que Jesús debería pertenecerme y yo a Él.

Con convicción creo en Él,

porque yo también, veo con Simeón,

la felicidad de aquella vida en el más allá.

¡Unámonos a ese hombre en su carga!

¡Ah! Ojalá que de la esclavitud de mi cuerpo

el Señor pudiera liberarme.

¡Ah! Si mi partida fuese ahora,

con gozo te diría, oh mundo:

¡Ya tengo bastante!

 

3. Aria (Contralto)

¡Dormid ya, ojos cansados,

caed en el suave y plácido reposo!

Mundo, ya no moraré más aquí,

pues no encuentro parte en ti

que pueda servir a mi alma.

Aquí debo contar con la miseria,

pero a pesar de todo, allá, allá presenciaré

el dulce sosiego y el tranquilo descanso.

 

4. Recitativo (Contralto)

¡Dios mío! ¿Cuándo vendrá ese bendito "¡Ya!"?

Que anuncie mi reposo eterno,

bajo la arena fría de la Tierra,

en la paz de tu divino regazo?

Ya me he despedido:

¡Oh mundo, buenas noches!

 

5. Aria (Contralto)

Regocijándome saludo a mi muerte,

¡Ah, ojalá hubiese venido ya!

Escaparía entonces de todo el dolor

que me encarcela aquí, en este mundo.

Escaneado y Traducido por:

Tente González 2002

 

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